2018-2019 LA PAZ ESTÁ EN TUS MANOS
La celebración del “Día Escolar de la No Violencia y la Paz”, un tema transversal que se celebra cada año en escuelas e institutos españoles desde 1964, fue reconocida por la ONU en 1993 para conmemorar al gran pacifista Mahatma Gandhi. En este artículo aportamos una serie de claves que serán de utilidad para preparar la jornada, que este 2018 tiene como fecha el día 30 de enero.
En este año, es de gran importancia la educación para la paz como herramienta para poner en diálogo y discusión las grandes tormentas que azotan a diferentes sociedades en el mundo, con un alcance cada vez más global: ataques terroristas en Europa, la movilidad de los refugiados y el conflicto en Siria, así como la búsqueda de una “paz social, estable y duradera” en Colombia. Poco parece haber evolucionado desde que John Lennon en 1971 compuso la utópica canción “Imagine”, donde el autor ya imaginaba, valga la redundancia, un mundo donde las sociedades vivieran en paz. Entre acordes, Lennon canta que éste mundo es posible, porque él no es el único soñador.
En este sentido la sociedad civil se ha de concienciar cada vez más de la gran responsabilidad que tiene en la construcción de un mundo más justo. Es necesario buscar fórmulas para trabajar una EDUCACIÓN EN VALORES que, progresivamente y desde la infancia, lleve a planteamientos de compromiso y participación de la sociedad civil en los problemas sociales que nos rodean e incumben a todos.
En este contexto, la escuela se ha convertido en un lugar privilegiado donde poder desarrollar esta educación en valores, debido a su enorme potencial transformador sobre la persona. La institución escolar ha de ser un ámbito en el que los alumnos/as protagonicen un proceso de personalización y socialización, traduciendo estos valores en propuestas educativas desde todas las áreas curriculares. De esta forma, los educandos reciben una formación integral de su personalidad, es decir, entera y completa. El centro educativo necesita abrirse a la vida, romper la distancia entre áreas curriculares y experiencia vital, desarrollar valores éticos y sintetizar desarrollo intelectual y afectivo. Se ha de integrar la instrucción de contenidos dentro del proceso educativo.
La educación en valores forma parte ineludible del pleno desarrollo de la personalidad, objetivo básico de nuestro sistema educativo. Educar supone ejercitar los valores que posibilitan la vida social, el respeto a los derechos y libertades fundamentales y el desarrollo de hábitos de convivencia democrática.Esta celebración es, por tanto, una oportunidad más de contribuir a que los centros escolares se conviertan en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión. Por todo ello, hemos de contribuir, a través de la educación, a la concienciación de todos en la construcción de un mundo mejor, un mundo más justo y más humano que permita que todos los individuos
tengan la misma oportunidad de desarrollar plenamente sus facultades en el seno de una sociedad democrática, libre, justa, responsable y en paz.